sábado, 6 de octubre de 2007

JARDINEANDO

En un pueblito pequeño vivían en una casa, con amplio jardín, una abuela y su nieta, la cual estudiaba y a la vez la compañía que tenía, junto a un gato regalón y un perro buena gente.- o sea era amigo de todos, a nadie encontraba sospechoso, la persona que se asomaba al portón, si no era atendida, le decía.- ¡Hola, perrito! Y tenía el visto bueno de él, para llegar hasta el último rincón. (Lo que quiere decir esto es que la abuela no podía confiar en él, como perro guardián).-

Bueno, pero la historia no es del perro, sino de la abuela y la nieta: lo primero que preguntaba la abuela todos los días a la llegada del colegio era, ¿Traes tareas?... almorzaste? , y si la respuesta era no, la tarde era distinta y cada una se daba recreo.- a veces la tarde era musical, bailable o taller de tejidos, pintura o jardinería, a esta última, nos vamos a referir.-
Salían ambas, premunidas de herramienta, la una con pala en mano, la otra con un par de azadones o quizás unas tijeras de podar, porque de repente a la abuela se le ocurría jibarizar los árboles, fuera tiempo o no, al extremo, que, al verla los susodichos, parecían encoge
rse; nunca se sentían fuera de peligro, estando la abuela en el jardín o con ánimo de huertear, como ella decía.-
Pero la abuela tenía un gran problema, cada vez que sé encuclillaba, para poner una semilla o planta, cuando menos lo esperaba, le venia un doloroso calambre en una pierna, problema que se lo desaparecía, dejándose caer hacia atrás, con ayuda de la nieta, porque, tenía que poner algo para que no quedara sobre la tierra mojada y eso pasaba todas las veces que salían al jardín y lo peor, l
e tenía pánico a las lombrices.-
La nieta no podía entender que la abuela le tuviera tanto horror a tan útiles mora
doras de la tierra, y para que supiera más de ellas, le ha hecho clases de ciencias naturales con todas las explicaciones necesarias para quitarle el miedo y ... nada, ¡no la puede hacer entender que un bicho tan chico le pueda hacer daño. Nunca mete las manos a la tierra, se vale de un palito y trata de no mirar cuando una hermosa y regordeta lombriz se asoma para hacer elongaciónes.
Pero un buen día ... o ¿debería decir un mal día? La nieta cansada de estar de kinesióloga de la abuela se fue a jugar con el perro al tras fondo del patio y la abuela quedó sola en el jardín. Estaba haciendo un transplante de claveles y había arreglado la tierra el día antes y estaba con cuidadito enterrando con un palito los claveles para no despertar a las lombrices que el día antes había tenido el desagrado de ver en gran cantidad. En eso estaba, cuando de repente le empezó a venir el desubicado calambre. ¡Javiera! –gritó la abuela- (que así se llamaba la nieta) y nada, solo se sentía las risas de Javiera y los ladridos del perro, que estaban entretenidos jugando.... Javieraaaaa .... -volvió a gritar la abuela- ya más desesperada y adolorida, mirando consternada que no tenía donde dejarse caer, pues todo estaba removido y mojado, ¿que hacía? Pensaba no podía distender la pierna y dejarse caer... por favor Javiera ven -pensaba- y nada de Javiera.
A todo esto, ya había tenido que afirmar las manos en el barro, pero no se podía sentar, en eso vio con horror que dos lombrices se acercaban estirándose cuan largas eran, hacia donde ella estaba imposibilitada de moverse y al verlas... espantada lanzó un grito de horror, tanto fue su agudeza, qué las pobres quedaron como acordeón, sin saber qué les había pasado.- En ese momento y al escuchar el grito que se oyó en toda la vecindad, llegó, Javiera, el perro y el gato a preguntar : “ ¿Qué le pasa Abuela? ...” después de ver la escena, la respuesta era obvia ... Javiera... se dio cuenta inmediatamente que la abuela, verde ya, necesitaba sus conocimientos de kinesiología, que tantas veces había ensayado ella.-
Desde ése día, solo salen a jardinear “amarraditas”.-

Abuela.-

miércoles, 18 de abril de 2007

LA PULGA “REGALONA

Aca les dejo otro cuento creado por mi abuelita Elena, ojala lo disfruten.

17 de agosto de 1998

Soy una pulga hermosa ¿saben por qué? porque dicen que la gordura es parte de la hermosura, así es que yo, ¡Soy hermosa!- Pero amiguitos, ¿por qué ése gesto de desagrado?, ¿acaso no saben, que todos tenemos un lugar y una misión que cumplir? La de ustedes es estudiar y ser los mejores alumnos para orgullo de su colegio, y la mía…bueno, bueno, en estos momentos no recuerdo, pero les prometo que cuando lo haga, se los diré.- Pero ahora les contaré una historia que viví.-

Estaba yo, retozando, en un regio colchón con sábanas de perlón grueso, de color blanco, (las de seda en este tiempo son muy heladas), gruesas frazadas de lana; estratégicamente esperando, dejando pasar las horas del día, para tomar posiciones más provechosas, para las horas de sueños -de los demás-.

Llegando el momento, me instalé en el doblez de un pijama, que había bajo las almohadas y me puse a esperar la cena.

Duerme conmigo, un caballero, que es muy buena gente, pues lo hace como angelito toda la noche, y así yo puedo hacer mi tarea sin problemas. Lo peor que podría pasarme sería, que en una de sus vueltas, me quedara aplastada, pero, cuando veo ese peligro, simplemente lo empujo y hago respetar mi lugar.

Pero ahora viene lo dramático para mí, una noche yo descansaba, con los brazos en la nuca, bien envuelta, cuando, de repente, siento volar todo sobre mi. Sin saber lo que pasaba, me aferré fuertemente al borde del pijama de mi compañero, me sentía zarandeada y el viento me llegaba por todos lados ¿qué pasaba? …nada menos que, habíamos salido al patio, al ser alterado el descanso por los feroces ladridos del perro de la casa, -al parecer, por algo inusual- mi compañero de sueños, decidió entonces, salir a averiguar, por sus propios ojos.-

Yo me sujetaba como podía, tiritaba, me castañeteaban los dientes y estaba a punto de estornudar …pero la situación lo impedía.

El perro ladraba y arengaba a mi amigo, a que, matara al ladrón, -según él veía- le tocaba zafarrancho y …al ¡Ataque! –decía- …y nada! … mi compañero, estaba claro que no pensaba ir más allá!.-

Mientras yo, no podía mas de frío, empecé a ver una muy buena y posible opción en el abundante y largo pelaje blanco del perro, esperando con toda mi alma y musculatura tensada, que pasara más cerca, en sus locas carreras, para dar el gran salto…y así fue, para mi buena suerte -creía yo- me lancé, cayendo sobre su mullido pelaje, por lo menos, sentí, había donde abrigarse. Pero …no saben Uds. Amiguitos… ¡lo que me esperaba!._

El perro era blanco, pero sucio, en grado superlativo y usaba, un perfume, al parecer descompuesto.- ¡Huaaaajjjj!.- Además, buscando un lugar más cálido, de repente me vi enfrentada, cara a cara con un batallón de pulgas lideradas por una, que, era la excepción del refrán, no tenía nada de hermosa, y con feas palabras, me dijo, que, todo el lugar estaba ocupado y que no aceptaban pulgas de sociedad.- ¡Señora por favor, dije yo, esto fue solo por accidente, “!nunca he pretendido molestar!”. -

-¡ Cómo me arrepiento, no haber mirado de donde me sujetaba!... lo que menos, había soñado era, espantar ladrones.-

Con todo esto -me dije-, vuelvo al pijama, aunque tenga que caminar …pero, caminando desesperada busqué con la mirada, al dueño del pijama, pero para mí mala suerte… ya no estaba, -había vuelto a la cama-

He pasado varios días sin dormir.- y que digo de comer…sólo pienso y espero movilización para volver a mis cálidas sábanas, envolverme y esperar la cena…

Ojalá no me convierta en nómada, buscando mi punto de partida y siga equivocándome de pista…con tan desagradable experiencia.-

¿Habían visto Uds. más mala suerte?

De abuela.-



EL JOVEN DE LA LEÑA

Después de un largo viaje por el bosque, un joven leñador, llevaba de vuelta a su humilde morada la leña que había cortado durante la tarde. En una mano, el hacha y en la otra, un enorme saco que arrastraba con mucho esfuerzo ya que estaba repleto de la leña con la que mantendría cálida su casa.
Él llevaba mucho tiempo en éste oficio, y le gustaba recorrer los campos porque allí encontraba la paz que percibía en el silbido de los pájaros, que felices disfrutaban de la libertad de no tener que trabajar ni tenían preocupaciones.
Cada día intentaba superarse cortando y llevando mas leña que la vez pasada, y lo lograba, llegaba a su casa cada día con más leña. El problema era que se juntaba demasiada madera, así que este joven decidió venderla, primero no encontraba muchos clientes, y tampoco se atrevía mucho a pasar casa por casa, tocando puertas para vender, pero al tiempo se fue acostumbrando, y así fue progresando, un día cortando madera, y al otro la vendía, todos los días hacía lo mismo y así podía ayudar a su padre a mantener su familia.
Un día, cortando trozos de madera, a este joven se le ocurrió tallar la madera, él lo tomó como un juego, pero al terminar, tenía en sus manos una preciosa figura, al verla, no creyó que él pudo hacer algo así, así que tomo otro pedazo de madera y empezó a tallar de nuevo, y para su sorpresa, le había quedado casi igual, y en ese momento, el descubrió que tenía talento para el tallado en madera, ahora él no vendía simples trozos de madera cortada, en trozos como leños para el fuego, sino que ahora vendía pequeños adornos para la casa, y por supuesto a mayor precio.
Así él y su familia se mantuvieron estables, y ya no era la común familia que nadie conocía, sino que ahora era la familia de “el joven de la leña” que todos los pueblerinos conocen.
Este joven, así aprendió que con esfuerzo y perseverancia se podía llegar muy lejos.

VIAJE A UNA BELLA CIUDAD

Después de un largo viaje , recorriendo mi país, durante la noche, llegue a una ciudad misteriosa para mí, muy nombrada en todas partes y que nunca había visitado. Era una ciudad hermosa por todos los lugares que visité, la estructura de sus casas y monumentos históricos, todo muy hermoso.

Después de horas y horas de paseo visitando lugares, sacando fotos llegó la tarde y busqué un lugar para dormir. En mi búsqueda encontré un acogedor lugar, donde sus dueños me atendieron muy amablemente, me pasaron la llave de mi habitación y me fui a acomodar mis cosas.

A la mañana siguiente, al despertar, miré por la ventana y pude apreciar un lindo cielo despejado, con pajarillos volando de un lado a otro, alegres por un día nuevo de vida y así aprecie todas las aves desde mi ventana.

Después de arreglarme, salí de mi habitación para desayunar, baje las escaleras y entré al comedor, el desayuno ya estaba listo, gracias a uno de los dueños, un señor amable que me atendió junto con la dueña, todos los días que me hospede en el lugar.

Luego de haber desayunado, di las gracias y salí a recorrer nuevamente la ciudad. Ese día fue igual de bueno que los anteriores. Pasé por lugares que el día anterior no había ido y así pasó el tiempo, ya casi de noche, volví al tranquilo lugar donde me hospedé ya que tenía que empezar a hacer las maletas para irme al día siguiente al pueblo en que actualmente vivo.

Después de una noche de buen sueño, desperté en la mañana y me vestí, baje para desayunar y ahí conocí a la señora que atendía, buena, creyente y amable, conversé con ella y después de desayunar, me despedí de ella, para comenzar a realizar el último paseo por la ciudad, éste fue hacia el mercado, una estructura muy antigua, pero aun vigente, luego me dirigí a un ascensor, un mini-carro de madera que subía tirado por una cuerda, en el subí hasta un cerro llamado “Artillero”, allá arriba compre algunos recuerdos para una tía y mi abuelita que me esperaba en la pequeña localidad que es mi hogar. Llegué hasta un mirador y desde allí observé la gran ciudad que se extendía por todas partes, sus grandes edificios y su mar, ya que era una ciudad costera. Cuando ya había recorrido todo el sector regresé a tomar el “mini-carro” para bajar del cerro, cuando la cobradora me dice: “no hay salida porque no hay electricidad se arreglara en una hora mas...” yo pensé en ese momento que malo porque el calor que hacía era demasiado para mi costumbre, pero luego pensé que no me quedaba otro remedio, así que lentamente bajé las escaleras de cemento y así conocí otra parte que dicen es una de los paseos más característicos de esta ciudad tan nombrada. Después de bajar del cerro me fui en el metro, hacia otro sector para observar desde otro punto de vista esta gran ciudad, allí estuve en una de sus playas y paseé por el muelle .

También pude apreciar la anchura de sus calles y lo grande de sus plazas. Al final del día, cerca de la puesta de sol, volví al hotel a buscar mis maletas y me despedí de los dos amables dueños recordando su buen recibimiento y al final, me fui agitando la mano en forma de despido hacía la dueña que desde la puerta me decía ... “chaoooo”

Al llegar la hora me subí al bus y me fui dejando atrás... “una gran ciudad que me dejó con buenos y grandes recuerdos”.

Mas que un cuento esto en una historia real, que viví con mis padres y hermano.

Dedicado al nieto de la señora del Kolping – Valparaíso

VIAJE AL PASADO


En una época de un año desconocido, un niño alto, pelo castaño, salió a dar un paseo por las calles de la gran ciudad, se escuchaba el ruido de los vehículos al pasar y la gente conversando con sus amigos por celulares de última generación. Este niño se llamaba Felipe, le gustaban las aventuras, era inquieto, y siempre quería superarse.
Caminando por esas amplias aceras, Felipe encontró un extraño aparato con forma de control remoto de televisión. La curiosidad de Felipe lo llevó a tomar ese extraño aparato, que luego se llevó a casa. En el trayecto pensaba...¿que será esta cosa?... Al llegar a casa y aprovechando que no había nadie, rápidamente quiso averiguar para qué era ese aparato y comenzó a manipularlo, y al apretar el único botón que había...se produjo una extraña situación, no supo, ni tuvo tiempo de darse cuenta que estaba pasando.
Sólo supo que fue transportado a una época pasada.
A Felipe no le dio miedo ya que era muy valiente, tenía mucha curiosidad y al llegar a la época a la que fue transportado, pudo conocer los antiguos edificios de la época y que ya no existían en la actualidad de él. La gente vestida con ternos y sombreros de copa, carruajes tirados por caballos, lo tenían sorprendido y entusiasmado por seguir conociendo esas construcciones antiguas.
Felipe empezó a caminar pos esas calles de piedras, la gente lo miraba al pasar porque él era diferente en su vestir a todos los demás, ellos no conocían de bluyines por ejemplo o casaca de cuero, -que era lo que vestía Felipe- además tampoco llevaba sombrero.
Al cabo de un tiempo, Felipe se empezó a aproblemar porque no sabía como volver a su época, pues el botón que apretó para transportarse a esa época tan antigua... ya no le servía. Luego de caminar y caminar con el control en la mano pensativo y tratando de encontrar alguna solución... una mano le tomó del brazo presionándolo y tirándolo hacia una casa a un lado de la calle. Felipe asustado forcejeaba para liberarse de aquel desconocido, pero no pudo, el que se lo llevaba, era más fuerte que él, además era más grande, canoso y barbudo.
Finalmente y para alivio de Felipe, este Sr. no era un secuestrador como pensó, sino nada menos que el inventor de aquel extraño aparato que llevaba en la mano. Pronto se hicieron necesariamente amigos, es más... amigos inseparables, pues para volver a su realidad Felipe necesitaba de esta persona con aspecto de ermitaño. Luego se fueron hacia un lugar apartado de la gran ciudad donde los niños solían jugar.
Antes de viajar, el inventor del aparato le contó a Felipe la razón del por qué tan importante aparato estaba botado en la calle.
En inventor, llamado Maximiliano le dijo así ... “Este invento lo creé exclusivamente para saber como era la época donde vivían nuestros antepasados... me costo una vida entera poder confeccionarlo, luego de unas mil pruebas y fracasos por fin lo logré. Pero cuando me preparé para realizar este ...” Viaje al Pasado”... alguien me empujó...apreté el botón y el “control remoto” cayó al suelo y no lo vi más... y me encontré aquí... en esta época maravillosa... con cosas buenas y malas como en toda época, pero que el respeto y el buen trato de las personas es casi increíble.
Maximiliano y Felipe comenzaron los preparativos para el regreso a su realidad... la época actual ... cuando un niño de los que jugaban en el lugar como era la costumbre, lanzó una piedra que dio justo en el control, lo que provocó el destrozo de ese importante aparato. Ambos se miraron desesperados.... miraron al niño... pero éste ya no estaba, Felipe se sintió desesperado y pensó....¡ que horror...ya nunca podré volver a mi casa ¡... y comenzó a llorar.
Lo que Felipe no sabía era que Maximiliano traía consigo los planos para rearmar el “control de épocas”.,y cuando volvieron a la casa, Maximiliano se puso inmediatamente a trabajar en la reparación, y en solo media hora lograron rearmar el preciado “control”.
Ahora acordaron partir, sin demora, ajustaron el “Control” y después de una variación en el tiempo, pasó lo tan anhelado... Maximiliano pudo retornar a la época deseada, pero Felipe en cambio... se quedó en esa época antigua. Ahora sí que estaba perdido, no conocía a nadie que lo pudiera ayudar. Lo que pasaba fue que el control, al ser destruido, una parte que permitía que dos personas pudieran ser transportadas juntas, se fundió y no sirvió más.
Hambriento y con sed, pasó de casa en casa pidiendo algo de comer hasta encontrarse con una anciana que le dio de comer y beber. Exhausto por el cansancio, se quedó dormido en una de las camas que tenía la anciana, la habitación era vieja pero limpia y ordenada, se escuchaban los carruajes y caballos que pasaban por las calles y los pasos de la anciana cuando pasaba de pieza en pieza ordenando la casa.
Después de un rato Felipe despertó y miró por la ventana con tristeza y los ojos llenos de lagrimas... ¡como extrañaba su casa, el ruido de los autos, los gigantescos edificios y la multitud que veía pasar desde su ventana!
En un instante Felipe se vio rodeado de máquinas extrañas... Maximiliano a su lado sonriendo le dijo : ... ¡Al fin estás en casa ¡... Felipe no podía creer lo que sus ojos veían... con enorme alegría se abalanzó feliz y contento sobre su amigo en un gran abrazo... ¡ Maximiliano lo había salvado!.


Autor : Patricio Antonio Matus Carrillo

CUENTOS DE MI ABUELITA 3

Aca les presento otro de los cuentos que ha escrito mi abuelita Nena.

HISTORIA DE MAMA GALLINA.
Historia real - 1° Parte

Queridos amiguitos:
Si yo les digo que soy una gallina y que les voy a contar mi vida ¿ Qué dirían? – ¡Claro… que no puede ser, porque las aves no hablan!... es verdad, no hablan, nuestro idioma, pero así y todo… “los invito a entrar en el mundo de la fantasía, donde todo es posible, conozcan esta historia de gallinero.
Me presento: Soy una gallina Castellana, bastante dejada de la mano de Dios, pequeña, mal vestida y de “mediana” edad, vivo en un regio gallinero con varias gallinas y un hermoso gallo.
Siempre he querido ser mamá, pero no lo he conseguido, estoy cansada de ver a mis amigas, pasear todas anchas con sus parvadas, satisfechas y orgullosas, comentando de mí y con sorna decir : ... “ ahí va la “Tía Castellana”.
A veces, cuando se quedan los huevos en el nido, por fin veo mi oportunidad y me ensueño toda la noche, rogando que no amanezca para no despertar de mi ilusión, pero no… al medio día, llega la “Sra.”... me saca de las plumas, con bastante malos modales y veo con tristeza , cómo se lleva en una fuente, mis añorados posibles polluelos.


De tanto desear ser mamá, me lo pasaba todo el día en el nido y no ponía huevos, tanto insistí, que un buen día, me encontré con diez huevos debajo de mí ¡Qué alegría! Tenía miedo moverme, pensando que una vez más,…solo sería un sueño, pero …para mi alegría, los días pasaban y pasaban y, la bendita Sra. no me molestó más. Tenía mis propios huevos, al fin estaban conmigo. No me levantaba ni a comer…!No!... esta vez, no dejaría sacar mi nidada de nuevo.
Por fin dejaría de ser la “Tía” en el paseo diario por el jardín.



2ª Parte

CONTADO POR OTRA GALLINA.
Después de 21 días, salieron del cascaron seis pollitos, se la podía ver en el jardín, con sus plumas crespas, de tanta alegría.
Pero no todo podía ser tan hermoso, pasaron varios días y solo vio, cinco pollitos, le faltaba el más pequeño, al día siguiente solo tenía tres, hasta que solo le quedo uno.-
¿Qué había pasado? ... nada menos que un gran y feo ratón se llevo sus pollos, poco a poco.- Cuando solo le quedo uno, la abuela de la casa, por temor a que también desapareciera… a la hora de la teleserie, lo envolvía y lo llevaba con ella, todos los días, para así estar tranquila que el pollito estaba en un lugar seguro, pero lo malo, es que dejaba a mi amiga desesperada llamándolo, pero, parecía entender que la abuela lo tenía, porque cuando, ella salía, daba vueltas a su derredor y la picoteaba pidiendo su pollo, eso era de todos los días.
Pero un día, que la abuela no estaba, alguien, les puso agua en un tarro, -cosa, que la abuela evitaba- el pollito como tenía sed trató, con sus pequeñas alitas, subir -para su tamaño- al gran tarro hasta que logró alcanzar el borde, pero para el colmo el agua estaba más abajo y... sucedió algo inevitable...cayó dentro. ¿Cuánto tiempo pasó allí piando?, no lo sabemos…pero sí al día siguiente… cuando la abuela les llevaba el alimento, vio extrañada que mi amiga Castellana, estaba echada al lado del tarro con agua, negándose a salir de allí, llamando a su pollito. Se acercó entonces curiosa la abuela…y con desconsuelo vio en el tarro medio de agua…. ¡ al pollito ahogado!.-
Mi amiga, estuvo todo el día igual, echada al lado del tarro, y al tratar de sacarla de allí, volvía desesperada corriendo adentro, llamando a su pollito, no podía entender que hacia allí… ¡por tanto tiempo!…
Transcurrieron los días y la gallina “mamá”, cada vez que veía a la abuela, la rodeaba, picoteando sus vestidos, y mirándole las manos, esperando aún …que ella tuviera a su hijo, y se lo devolviera algún día al parecer… no olvidaba que la abuela, lo llevaba a ver televisión.
Moraleja: “ y… de cual ¿Cabeza de pollo? se habla.”

CURIOSIDADES

Entre las curiosidades de la ciencia que han sido publicadas, elegí las que a continuación voy a señalar:

En el cuerpo humano hay 96 560 Km. de vasos sanguíneos.

Un rayo alcanza una temperatura mayor que la de la superficie del sol.

El medio de transporte más peligroso es la bicicleta.

La velocidad más alta alcanzada por una bicicleta es de 166,94 millas/hora (268,6 Km/h)

La forma más segura de transporte es el ascensor.

Somos casi ¼ de pulgada (6,35 milímetros) más altos de noche cuando dormimos, que de día.

Un rayo posee tanta energía como para iluminar dos millones y medio de hogares.

El Océano Atlántico se expande cada año 3 cms. a lo ancho.

A lo largo de su vida, un corazón humano bombea tanta sangre como para llenar 100 piscinas.

La palma talipot tarda 100 años en florecer, y después muere.

Cada año más de un millón de terremotos golpean la Tierra.

El árbol más grande de todos los tiempos era un eucalipto australiano. En 1872 registró una altura de 132 m.

Uno de cada 2 000 bebés nace con un diente.